Un seguro de decesos es un seguro que se hace cargo de los gastos del funeral del asegurado. Este seguro cubre servicios como el tanatorio, el féretro, el coche fúnebre, el entierro, las flores o la incineración.
Además también cubre todos los trámites de documentación para los familiares tras la defunción en el Registro Civil o la tramitación del certificado de defunción, que son muy importantes cuando se produce el fallecimiento fuera del país de residencia del difunto. En este caso es todavía de más utilidad si cabe, debido al alto coste del traslado y repatriación del fallecido, de vuelta a su país de procedencia.
Una de las principales razones por las que toda persona debería de tener un seguro de decesos es porque la familia del fallecido no va tener que preocuparse más que de honrar la muerte de su ser querido y eso es un consuelo para muchos.
La mayoría de las pólizas también incluyen en sus coberturas la tramitación de diversas gestiones relacionadas con el fallecimiento, que abarcan desde la gestión desde el servicio de asesoramiento fiscal para gestionar el Impuesto de Sucesiones o el asesoramiento legal para guiar a la familia en la gestión del testamento del fallecido.
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